Emuladores, ROMs y el debate entre la nostalgia, el amor a lo retro y la ilegalidad

Con la Nintendo Classic Mini volvía el debate sobre cómo una Raspberry Pi puede ofrecer una solución mucho más versátil en materia de emulación: la potencia de estos miniPCs ha hecho posible desde hace tiempo que millones de usuarios puedan volver al pasado y emular sus viejas consolas y videojuegos de forma sencilla como ya se hacía en otras plataformas, pero aquí vuelve a aparecer un problema: la ilegalidad de la descarga de las ROMs.

En la inmensa mayoría de los casos descargar las ROMs que nos permiten disfrutar de miles de juegos de los años 80 y 90 es algo teóricamente ilegal, pero eso no ha impedido que los sitios de culto a lo retro sigan rindiendo tributo a todas esas plataformas y distribuyendo esas ROMs. ¿Cuál es la situación actual y qué solución existe para los amantes de lo retro?

La nostalgia vende

El anuncio de Nintendo llegaba en un momento curioso, justo cuando Pokémon Go -que acababa de llegar a España- desataba una singular fiebre por estos personajes que ha hecho que las acciones de la compañía se disparasen en bolsa aun cuando ellos solo habían tenido una pequeña parte de culpa en ese lanzamiento.

Todo el mundo hablaba de Nintendo esos días gracias a ello, y sea o no coincidencia ese fue el momento que la firma nipona eligió para lanzar su «Nintendo Entertainment System: NES Classic Edition«, una versión remozada -pero limitada- de su vieja consola que entre otras cosas llegaba con conector HDMI, una réplica del mando original -es posible comprar mandos adicionales- y una selección de 30 juegos clásicos, todo por un precio de 60 dólares.

La nostalgia es una poderosa aliada para Nintendo, una firma que casi es más conocida y valorada por lo que hizo en el pasado que por lo que ha hecho en el presente(y está haciendo mucho). La «nintendomanía» se hace patente en todo tipo de productos derivados de la marca que hacen uso de dispositivos y personajes creados por Nintendo y que generan a la firma pingües beneficios en forma de licencias de merchandising. ¿Por qué han tardado tanto en aprovechar ese amor por lo retro?

Como era de esperar, esta no ha sido la única incursión de Nintendo en este mercado, como ha demostrado el lanzamiento posterior de la Nintendo SNES Mini. La Atari Flashback (66 euros en Amazon) es una familia de consolas dedicadas distribuidas tanto por Atari Inc. como por AtGames en los últimos años, pero el éxito de ventas de estas consolas, que llegan con varios juegos integrados para disfrutar desde el primer momento, ha servido para que aparezcan productos similares como Intellivision Flashback, ColecoVision Flashback, Sega Genesis Classic Console o la Sega Mega Drive Mini.

Una de las grandes ventajas de estos sistemas es que además de ser del tipo «conectar y listo» tanto las consolas como los juegos son legales gracias a las licencias concedidas tanto por parte de los fabricantes como por parte de los desarrolladores y distribuidores de esos videojuegos.

Nintendo es una firma que casi es más conocida y valorada por lo que hizo en el pasado que por lo que ha hecho en el presente

Nintendo podría aprovechar el tirón para sacar partido de esa nostalgia que ha convertido el coleccionismo de consolas y videojuegos retro en un peculiar -y fructífero para algunos- segmento. En él vemos como algunos cartuchos especialmente raros como el juego ‘Stadium Events’ de Bandai para la NES se vendieron por 17.500 dólares en eBay, aunque para la inmensa mayoría el coleccionismo tiene sentido mucho más allá del posible beneficio económico.

Esa nostalgia de hecho parece haber despertado a muchas empresas que ya daban esa parte del negocio por perdida. Ese catálogo de juegos olvidados vuelve a tener valor para aquellos que los disfrutaron originalmente, y los derechos de esos juegos pueden suponer un flujo de dinero adicional que pueden reaprovechar fácilmente.

Tenemos un caso mucho más reciente con la Xbox One, que desde hace tiempo lleva dando soporte a la retrocompatibilidad de títulos con la Xbox 360. Cada vez hay más juegos soportados, y obviamente esa opción ha hecho que en algunos casos aquellos juegos originales de la Xbox 360 vuelvan a ganar valor.

Es el caso de ‘Red Dead Redemption’: tras anunciarse su soporte en la Xbox One gracias a la retrocompatibilidad el juego subió de precio como la espuma en Amazon y otras tiendas en las que de repente la demanda fue notable.

Esa retrocompatibilidad es ahora un argumento poderoso para la Xbox One, y la cosa se ha repetido en el caso de la PS4: hace tiempo que es capaz de emular los videojuegos de la PS2, algo que también ha animado la escena de esa consola que ya casi se había convertido en una clásica y que volvió a la vida con anuncios de este tipo.

¿Es legal descargar ROMs de Internet y utilizarlas?

La realidad es que la gran mayoría de los juegos clásicos son casi imposibles de conseguir por medios legales. Algunos de ellos están disponibles como parte de paquetes de pequeños videojuegos en consolas que los fabricantes originales sacaron a posteriori, mientras que otros han llegado «versionados» en modelos superiores de consolas que ofrecen esa opción aunque se centren en catálogos más modernos.

Los emuladores, argumentan sus usuarios, permiten jugar a videojuegos que jugaron en su juventud y que ya no están disponibles de otra forma que no sea a través de la emulación, pero además pueden llegar a ofrecer una experiencia mejor que la «oficial» gracias a modos de vídeo en los que la fluidez o la resolución es mayor y que también pueden adaptarse a los nuevos formatos, sea o no esa una «traición» al juego original.

De hecho hay una disciplina dentro de la distribución y descarga de ROMs llamada ‘ROM hacking’ en la que desarrolladores aficionados a este segmento dedican su tiempo a mejorar esos juegos añadiendo todo tipo de elementos -mapas, armas, enemigos, mejoras visuales o de sonido, etc- y los redistribuyen para plantear una especie de «DLCs a la antigua» con los que disfrutar aún más de aquellos títulos.

Los emuladores como MAME, defienden muchos, no solo mejoran la experiencia en muchos casos: preservan esos juegos para la posteridad. Y sin embargo, la situación actual genera preguntas claras:

  • ¿Son los emuladores legales?: sí lo son. Ha habido sentencias que han respaldado la validez legal de estas aplicaciones tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos y que confirman que es legal implementar código que emula una consola en otro ordenador, aunque eso sí, para desarrollar ese código no se puede usar el código de las máquinas originales, algo que hace recurrir a técnicas como la ingenería inversa.
  • ¿Son las ROM de la máquina (BIOS/firmware) legales?: algunas plataformas necesitan un fichero de BIOS o un firmware para poder funcionar correctamente. Si esas BIOS o esos firmware se han conseguido a través de ingeniería inversa y se logra que con ellos la plataforma emulada funcione igual, estamos ante una opción legal. Sin embargo puede que los emuladores no incluyan esa ROM, algo que hace necesario usar la ROM del fabricante, que está protegida por el copyright. Para poder usar esa ROM extrayéndola tendremos que ser propietarios de esa consola u ordenador a emular.
  • ¿Son las ROM de juegos legales?: aunque hay algunas excepciones, no lo son, algo que hace que cualquiera que las distribuya, descargue o utilice en uno de estos emuladores esté cometiendo delitos contra la propiedad intelectual y por tanto sea responsable de esas violaciones al coypright de esos juegos. Hay como decíamos excepciones: el coypright podría haber expirado (cada país establece la duración de esos derechos), los creadores pueden haber liberado el desarrollo, o el propietario del juego puede haber hecho una copia de seguridad que eso sí, teóricamente solo debería usar en caso de absoluta necesidad. Bajar una ROM porque tengas el original no es aplicable como excepción, por ejemplo.

Fuente: https://www.xataka.com/videojuegos/emuladores-roms-y-el-debate-entre-la-nostalgia-el-amor-a-lo-retro-y-la-ilegalidad

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2 comentarios

  1. Luis Clemente
    8 septiembre, 2019
    Responder

    Excelentes tiempos éstos.

  2. Carlos Calderon
    8 septiembre, 2019
    Responder

    Genial, Super retro y nostálgico.

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