El Patio Herreriano rinde homenaje a la tipografía y la escritura urbana

Cada ciudad tiene un lenguaje único y particular que se traduce en sus piezas tipográficas, que generan una identidad de la misma manera que pueda hacer la arquitectura. Estas piezas viven en nuestra memoria y reviven muchos de nuestros recuerdos. Muchas de ellas están a punto de desaparecer o ya han desaparecido. «Valladolid con carácter» rescata todo ese patrimonio cultural».

 

Con esas palabras la diseñadora gráfica y creativa publicitaria Laura Asensio presentó en la mañana de hoy en el Museo Patio Herreriano «Valladolid con carácter. Letras que cuentan», una exposición que permanecerá en la Sala 0 del recinto hasta el próximo 30 de septiembre, como «colofón final de un proyecto de investigación y documentación sobre las letras, la tipografía y la escritura urbana de Valladolid».

 

La propuesta parte de «un exhaustivo trabajo de documentación fotográfica» realizado por la fotógrafa de la Agencia Ical Miriam Chacón y el artista arandino José Ignacio Gil desde comienzos de año, que les llevó a reunir más de 600 referencias de los rótulos más sugerentes que dan vida y color a las calles vallisoletanas. Una pequeña parte de su trabajo puede contemplarse en la muestra, mientras que en su totalidad está accesible a través de la web Valladolidconcaracter.es, donde cada rótulo aparece categorizado, especificando cada estilo tipográfico utilizado, gracias a la labor del profesor de La Escuela de Diseño (ESI Valladolid) Carlos de Miguel y la especialista en tipografía avanzada Natalia Weber.

 

 

Ellos dos han sido los responsables de dar forma también en la exposición a un bloque didáctico en el que se explica la historia de las letras y de sus formas, con nociones básicas sobre tipografía y el poder comunicativo que tiene, como «testigo del lenguaje» que «les da valor a las palabras y aumenta su eficacia», a juicio de Asensio.

 

En varias vitrinas, la exposición refleja también el minucioso trabajo del diseñador de letras, del rotulista, del impresor y del tipógrafo, dando buena cuenta de los testimonios de profesionales como Esperanza Garcés, Luminosos Luce, Rótulos Tesedo, Luminosos SMA, Rótulos Tean e Imprenta Angelma.

 

En base al archivo fotográfico generado, varios artistas han realizado piezas derivadas, como la pieza de entrada con letras corpóreas y neón que da la bienvenida a la exposición, obra de Doctor Pek; un impactante mural de Jorge Peligro que atrae la mirada al fondo de la sala; una delicada obra de la calígrafa Esther Gordo; tres cuadros de Pati Duque de tres sitios emblemáticos de Valladolid (la cafetería Patton, el Bingo Reggio y el Cinema Roxy); o la ilustradora Icha Bolita, que reinterpreta la antigua señalética de los contenedores de vidrio.

 

Además de plasmar la tipografía corporativa, a través de los rótulos de establecimientos o negocios, la muestra tiene cabida para «escuchar otras voces de la calle», como las pintadas que invaden las paredes urbanas. En ese sentido, la profesora de Comunicación Dafne Calvo reflexiona sobre el espacio público y cómo las paredes callejeras reflejan «el descontento, la indignación o la satisfacción de unos pocos o de unos muchos».

 

Dentro de ese apartado, Asensio ha querido rememorar «la pieza tipográfica más potente que ha tenido la ciudad», el famoso eslogan OTAN NO que durante lustros dominó el edifico más alto de la ciudad, el Duque de Lerma. Para ello, recupera el testimonio del gran ideólogo de aquella protesta, Chuchi Martínez, que desgrana el desarrollo de aquella iniciativa. En base a ello, Chucho Nieto propone además una pieza interactiva en la que reinterpreta el Duque de Lerma e invita al visitante a escribir su propia reivindicación y colgarla en la pared.

 

En este contexto de «gamberradas callejeras», el artista de collage contemporáneo Cless aporta un tríptico con «grandes alusiones a su barrio (La Rondilla), su gente y una de sus grandes pasiones, el grafitti». Y como conclusión la muestra se cierra con «una reflexión sobre el desierto gráfico en las calles», ya que muchas de las fotos captadas pertenecen a locales con un permanente cartel de Se alquila o Se vende, o se encuentran abandonados, reflejando «cómo la globalización hace que las ciudades estén perdiendo mucha identidad y cada vez se parezcan más entre ellas».

 

Para ello, el mismo Cless simula un escaparate abandonado haciendo un collage de gran formato y Carlos de Miguel y Doctor Pek realizan una obra conjunta sobre las letras fantasmas.

 

La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid, Ana Redondo, presidió la inauguración de lo que calificó como «una exposición muy especial para la ciudad», que «nos retrotrae e momentos de nuestra historia y de nuestra infancia, recuperando lugares y letras y dando forma a una propuesta sorprendente y muy emotiva». En su intervención, animó a los vallisoletanos a que visiten esta Sala 0 del Museo Patio Herreriano para embarcarse en «un recorrido por la nostalgia y por la ciudad, recordando lugares que en algunos casos ya han desaparecido.

 

Fuente: https://www.abc.es/espana/castilla-leon/abci-patio-herreriano-rinde-homenaje-tipografia-y-escritura-urbana-201808311153_noticia.html

Autor: VALLADOLID

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Richard Melendez Escrito por:

2 comentarios

  1. Roger
    3 septiembre, 2018
    Responder

    El arte urbano siempre ha sido hermoso

  2. Mafer
    3 septiembre, 2018
    Responder

    El arte urbano demás de ser prohibido es incomprendido

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