Esta semana se conocía la sentencia dictada por el Tribunal Federal de Justicia de Karlsruhe, en Alemania, por la que se otorgaba el derecho a unos padres de acceder a la cuenta de Facebook de su hija fallecida de 15 años. Esta decisión ha abierto el debate sobre la identidad virtual de los usuarios una vez que mueren o hasta qué punto las empresas tecnológicas se pueden encargar de dilucidar su destino. En este caso concreto, la Justicia alemana daba la razón a los padres, que en un principio recibieron la negativa de la red social creada por Mark Zuckerberg porque podría violar el contenido privado de otros usuarios que se comunicaron con ella.
La sentencia dictada este jueves recoge que, al igual que el correo postal o los diarios personales, las cuentas en redes sociales forman parte del patrimonio de la fallecida, cuyos padres querían acceder a su información en Facebook para encontrar pistas sobre si su muerte, que se produjo al caerse la menor a las vías del metro de Berlín en 2012, fue un accidente o un suicidio. El fallo sienta un precedente en Alemania que se podría aplicar no solo en el caso de Facebook, sino de otras redes sociales, obligando a las tecnológicas a facilitar las claves y contraseñas a los herederos, que hasta ahora solo podían pedir que la cuenta se convirtiese en un perfil conmemorativo o eliminarla directamente.
Algunas claves del patrimonio online
Internet tras la muerte
En la actualidad, redes sociales como Facebook dan la opción al propio usuario para que su cuenta se convierta en una página conmemorativa, en la que sus allegadose pueden dejar comentarios de condolencia. Gmail te da la opción de marcar un heredero digital, extremo que no permite Twitter, que deja en manos de su familia el destino de su cuenta.
Reflejarlo en el testamento
Cualquier persona puede hacer mención expresa en su testamento sobre a quién le deja el legado de sus cuentas (aunque puede ser impugnado).
Fuera del RGPD
El Nuevo Reglamento de Protección de Datos de la Unión Europea, que entraba en vigor el pasado mes de mayo, no contempla el caso porque solo rige la privacidad de los usuarios vivos.
Sin muchos ejemplos
El tema del legado digital no suele suscitar la misma polémica que, por ejemplo, el derecho al olvido en internet (por el que cualquier usuario puede pedir que se borre su huella virtual de la red), salvo en casos puntuales, como el alemán, en el que la información ayudaría a exclarecer las causas de la muerte de la persona fallecida.
Me parece bien que usen este tipo de cosas para resolver un crimen.
esto si es lo que faltaba, dejar de herencia un red social