Núria López es la mente detrás del diseño de Blind words. López lo tiene claro, el diseño debe ofrecer una solución sostenible, ecológica o que respete la inclusión social; y es principalmente en este último punto en el que se apoya la tipografía que ha desarrollado y adaptado pensando en que pueda ser leída tanto por videntes como por invidentes.

Un proyecto de estas características precisa profundizar en aspectos que van mucho más allá del aspecto visual de la tipografía. Así, el diseño de Blind words se desarrolló en dos planos diferenciados: uno más experimental y otro funcional. La vertiente más funcional del proyecto se refiere al diseño de la tipografía en sí. Tomando como punto de partida los seis puntos que conforman el alfabeto braille, Núria diseñó una fuente que representa todos los glifos del alfabeto latino en una cuadrícula que permite superponer uno sobre otro y responder a las necesidades de lectura tanto de invidentes como de invidentes.
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