Su estilo ha evolucionado desde aquellos tiempos en los que se lanzaba a las calles con un bote de espray en la mano durante sus primeros años como grafitero; su personalidad se fue definiendo durante los años que vivió en Madrid, momento en el que empezaron a aparecer las características figuras angulosas y llenas de color que caracterizan su trabajo. Cuando trabaja en el interior de un espacio o una galería Eltono trabaja teniendo muy en cuenta los espacios, teniendo puentes entre el interior y el exterior.
Desde entonces han pasado varias décadas y sus pinturas han ido apareciendo en muros abandonados de más de 90 ciudades de Europa, Asia y América, pero también en museos y galerías de renombre como la Tate Modern y la Somerset House en Londres, la Fundación Miró en Barcelona o el museo Artium en Vitoria. A través de sus representaciones abstractas, que muestra indistintamente en lugares públicos y privados, intenta afrontar el dilema de llevar el arte urbano a las galerías e instituciones privadas.
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