Haciendo un breve y rápido repaso veraniego a la historia de nuestra cultura podemos recoger una serie de artefactos reales y mitos imaginarios que se aproximarían a lo que hoy entendemos como “robot”, que siempre ha excitado nuestra imaginación permitiendo la conexión de la naturaleza artificial de las máquinas con los sueños de inmortalidad humana. Lo que está claro es que a lo largo de la historia el intento constante para crear robots o “sirvientes mecanizados” es un espacio simbólico que refleja el nivel de desarrollo tecnológico y el reto para crear una vida artificial.
La presencia de los robots en nuestra cultura siempre es uno de los temas que más curiosidad despierta entre los artistas, un ejemplo de ellos es Jonathan Ball que ha creado una serie de ilustraciones que demuestran un aspecto humanizado de robots explorando las emociones.
Interesantes animaciones, me encantaron 😉