Hoy les mostramos un gran trabajo fotográfico realizado por
Olga Sidorenko de
Kiev, Ukraine.
En la fotografía la luz es el primer elemento sin el cual no puede existir la misma: denotaciones, connotaciones e implicaciones del ingrediente fotográfico fundamental.
Según el modo como se reciba o rebote la luz, se crea un complicado patrón de luz, sombras y color que nosotros traducimos en volúmenes sólidos según la interpretación de nuestra experiencia pasada. La fotografía tomada por una cámara es una reproducción más o menos fiel de lo que ve un único ojo y, a través de las luces y sombras de la imagen positivada, el proceso de percepción visual puede llegar a una interpretación razonablemente precisa de la forma y naturaleza de los sujetos retratados. Así, la luz hace posible que recibamos información sobre las formas, tamaños y texturas de los objetos, podamos tocarlos o no.
Unido a esto, el retoque formó parte esencial en este trabajo debido a que nos da una sensación de levitación de la modelo, lo cual lo hace bastante ligero e increíble.
Así como la humanidad tiene un misterio que traspasa la corporeidad, podríamos decir que la fotografía tiene un embrujo que trasciende a las partículas, los cuantos, los fotones y los paquetes de energía radiante. La luz, es por encima de todo, la claridad del mundo. 😀
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Modelo: Marina Tyschuk
Fotografía: Pavel Protsenko
Retoque: Olga Sidorenko
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