
Marzo de 1912 (tranquilos, esto no es una clase de historia. O sí). Nabisco nos introducía por primera vez a las Oreo, una galleta tipo sandwich formada por dos galletas redondas de chocolate y rellenas con un dulce cremoso. Todos hemos caído en ellas. Pero hoy queremos contarte algo más: los secretos de su diseño.
Para ponernos en situación de forma rápida, debemos saber que las Oreo se inspiraron otras galletas: las Hydrox (1908). Sin embargo, Nabisco no tardó mucho tiempo en pasar por encima de las Hydrox: los consumidores preferían las Oreo.
Aunque ambas tenían un sabor parecido, en 1952, Nabisco decidió dar un paso más para distanciarse de la competencia. Decidieron cambiar el diseño de las Oreo, utilizando una serie de patrones más complejos que recordaban a cosas tan dispares como los caballeros templarios o a los masones.
¿Conspiraciones, o Nabisco nos quería decir algo?
Los secretos del diseño de las Oreo
Las empresas de galletas tenían motivaciones más cínicas. Utilizando estos patrones, lograban que los consumidores reconociesen un producto rápidamente. Los primeros cambios se hicieron en 1924, añadiendo unas palomas al final de la galleta y haciendo el nombre más grande. Pero los cambios de verdad llegaron 30 años después, cuando se le encargó a William Turnier (empleado de Nabisco), que diseñase una galleta mejorada.
No se sabe si tuvo alguna especie de directrices para realizar el nuevo diseño, pero Turnier solo mantuvo el nombre en el centro. En lugar de las coronas originales, se colocó un círculo formado por flores de cuatro pétalos. Y rodeando la palabra “Oreo”, se puso un emblema: un círculo con dos líneas en cruz en la parte superior (el mismo que usaba Nabisco en el logo de la compañía).
Entre las diferentes teorías que se fueron haciendo más famosas, algunos observadores percibieron que la flor de Turnier se parecía mucho a la cruz patada usada por los caballeros templarios en las cruzadas del S. XII. Además, la doble cruz podría tratarse de la Cruz de Lorena, también utilizada por los templarios. Por otra parte, ambos símbolos podían asociarse también con los masones, la sociedad secreta que sigue funcionando a día de hoy.
La realidad de las Oreo era más normal de lo que se pensaba
Según el hijo de Turnier, sus elecciones tenían que ver más con aspectos de la naturaleza: “a él le gustaba el diseño de las flores. No esperaba que la gente pediría algún tipo de explicación”.
Lo mismo ocurría con el número de crestas alrededor de las Oreo, 90. No tenía un significado especial. Turner simplemente utilizaba un compás para asegurarse de que guardaban una misma separación. Los triángulos probablemente se añadieran para evitar espacios en blanco en la superficie de la galleta.
Independientemente de su forma, o de sus versiones más extrañas, estoy seguro que las Oreo seguirán siendo un referente por muchísimos años.
Fuente: conectica.com
Sé el primero en comentar