Componer y recortar

Lo que entra o lo que se deja fuera de una imagen puede significar la diferencia entre una foto banal y una imagen espectacular. Se puede crear una tensión con los bordes de una foto para dirigir la atención del observador hacia los elementos que queramos destacar. Por eso, recortar puede ser una herramienta muy útil y eficaz que convierta situaciones comunes en instantáneas artísticas. El arte de encuadrar es uno de los más importantes efectos en la fotografía, así que no tenga miedo en jugar para mostrar el mundo a los demás a través de su prisma particular.

La relación de aspecto tiene un papel muy importante en la composición de su imagen. La más común en DSLRs es de 3:2. Este formato se ha estado usando desde que Leica creó la primer cámara de 35mm a principios del siglo XX. La relación de aspecto de 4:3 es más común entre las cámaras compactas y las de medio formato. Es un poco más corta que la de 3:2, y aunque sea sutil, influye en la composición. Los fotógrafos de paisajes prefieren por ejemplo relaciones de aspecto de 4:5, 5:4 y 6:/, ya que pueden componer horizontalmente mejor con esas proporciones. Por otra parte, 16:9 es estupenda para panorámicas, y un formato muy común para vídeo y diseño de páginas web.

La relación de 1:1 está renaciendo gracias a la fotografía móvil. El cuadrado es una forma muy equilibrada y hace que el ojo se mueva en círculos alrededor de la imagen. Como hay menos espacio que en un cuadro rectangular, la simplificación de la composición es obligatoria; por ejemplo, una composición central funciona bien en un formato 1:1, consiguiendo un equilibro estupendo con la forma cuadrada.

¡Pero vamos a seguir con los cuadros rectangulares! Al trabajar en los bordes hay que tener cuidado con no cortar mucho por la parte hacia la que se produce el movimiento, ya que dará una sensación de mala composición. Deje sitio para que la dinámica de la imagen continúe más allá de los límites de la imagen.

Te igual forma, no tenga miedo en acercarse, pero siempre hasta un límite en el que las cosas no parezcan muy agobiadas, deje sitio para un poco de espacio negativo, sino no dejará respirar… Con ensayo y error podrá conseguir el equilibrio perfecto.

Si recortar implica eliminar elementos al espectador, puede jugar a ocultar partes de la imagen en el propio cuadro. Ocultar partes de la imagen crea capas y sensación de profundidad, dirigiendo la mirada del espectador de atrás hacia delante. Pueden hacer falta infinidad de imágenes par acaptar ese momento especial en una escena, y algo de previsión para construir una imagen tal y como la tiene en su cabeza.

Sin embargo, si está costumbrado a componer sus imágenes, intente acercarse a ellas de otra forma de vez en cuando, y vea cómo unos cambios sutiles pueden signifacr un mundo de diferencia.

Fuente: blogs.adobe.com