Una creativa serie imagina a varias marcas de consumo que se han configurado como competencia directa, pero con la identidad visual inversa.
La identidad visual de una marca, la cual contiene al logotipo como uno de sus elementos sustanciales, determina muchos de los aspectos la definen y en sus colores, formas y selección tipográfica se guarda gran parte de la esencia que muestra a clientes, competencia y el público en general.
Los elementos visuales que contiene la identidad de una marca se convierten con el tiempo en sus distintivos irrefutables. Incluso, en ocasiones un color, una tipografía especial o una forma determinada llegan a evocar a alguna marca aún cuando la figura en cuestión no pretende emular a ninguna firma o producto en especial, es cuando hablamos de una marca consolidada que posee una identidad visual sólida y funcional.
Entonces, ¿qué pasaría si se intercambia la identidad de una marca con las especificaciones visuales de una firma de la competencia? Nos encontramos con una serie creativa que muestra diseños conocidos que caracaterizan a ciertas marcas, perpo copn el nombre de su cercana competencia comercial.
El resultado, además de ser divertido, demuestra la contundencia con la que varias compañías y productos se han insertado en su mercado y el poder visual de sus identidfades visuales:
Fuente: paredro.com
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